Son numerosas las causas que dan lugar al estrés en el entorno laboral; algunas más fáciles de determinar y otras, que pueden pasarnos totalmente desapercibidas por ser más complejas y más subjetivas de evaluar.
Entre estas causas nos encontramos con:
Unas condiciones físicas determinadas en el puesto de trabajo:
Vamos a observar el entorno del trabajador. ¿En qué condiciones lo está realizando? ¿Es adecuada la iluminación, entorno acústico y confort térmico? ¿Con qué equipo y mobiliario está trabajando? ¿Se le facilitan las señales e informaciones que necesita?
Las características temporales del trabajo:
La exigencia continua de finalizar tareas en un límite de tiempo ajustado o escaso, el trabajo por turnos, la velocidad en que se tienen que realizar las tareas y la exigencia máxima, suponen factores de estrés y a menudo son el origen de los trastornos del sueño, agotamiento y trastornos emocionales.
La demanda del trabajo:
La búsqueda de una mayor productividad, calidad y la competitividad excesiva son razones que llevan a exigir más al empleado generándole una carga de trabajo. Podemos hablar en términos de cantidad cuando es una demanda excesiva (sobrecarga) lo que equivaldría estar “hasta el cuello” de trabajo.Y si hablamos en términos de calidad nos referiremos a las necesidades de formación y habilidades para ejecutar las tareas, su dificultad y complejidad con sus respectivas consecuencias.
El nivel ocupacional:
Este punto nos llevaría a las tareas que desempeña el propio trabajador, su papel en la empresa, lo que tiene o no tiene que hacer, dónde empieza y acaba su ámbito de responsabilidad.
La situación que genera estrés en cuanto al nivel ocupacional sería básicamente la falta de definición de tareas. Muchas veces no sabemos qué hacer o qué se espera de nosotros, porque la información que nos llega es insuficiente y esta falta de control nos genera malestar. Otras veces realizamos trabajos donde no hacemos uso de nuestros conocimientos y habilidades creando sensación de estar desaprovechando nuestras capacidades.
Las relaciones sociales:
Sabemos que las relaciones personales son muy importantes, y más teniendo en cuenta la cantidad de horas que pasamos en el trabajo. La falta de comunicación y apoyo social, la falta de relaciones personales en el trabajo y la dificultad de combinar la vida personal, con la familiar y la laboral son los factores que propician estrés.
Las habilidades sociales, junto con las habilidades de comunicación, solución de conflictos y negociación son herramientas atenuantes de este tipo de estresores y por ello se aconseja que tengan lugar en los planes de formación de las empresas.
La estructura de la organización:
Una estructura empresarial excesivamente jerárquica o autoritaria, a veces hasta agresiva, con sistema de toma de decisiones poco participativos y pobre comunicación interna influye en el clima laboral, organizacional y psicológico de la empresa generando estrés laboral en sus trabajadores.
Como vemos son numerosas las fuentes de estrés y es de gran importancia el papel que puede ejercer la propia empresa y de sus medidas de gestión que serán útiles para atenuar o eliminar el desgaste profesional. La empresa tiene la obligación de conocer cuál es el nivel de satisfacción de sus empleados, sus condiciones de trabajo y actuar sobre esta base, ya que si el trabajador se siente bien, la empresa funcionará mucho mejor.
Entre estas causas nos encontramos con:
Unas condiciones físicas determinadas en el puesto de trabajo:
Vamos a observar el entorno del trabajador. ¿En qué condiciones lo está realizando? ¿Es adecuada la iluminación, entorno acústico y confort térmico? ¿Con qué equipo y mobiliario está trabajando? ¿Se le facilitan las señales e informaciones que necesita?
Las características temporales del trabajo:
La exigencia continua de finalizar tareas en un límite de tiempo ajustado o escaso, el trabajo por turnos, la velocidad en que se tienen que realizar las tareas y la exigencia máxima, suponen factores de estrés y a menudo son el origen de los trastornos del sueño, agotamiento y trastornos emocionales.
La demanda del trabajo:
La búsqueda de una mayor productividad, calidad y la competitividad excesiva son razones que llevan a exigir más al empleado generándole una carga de trabajo. Podemos hablar en términos de cantidad cuando es una demanda excesiva (sobrecarga) lo que equivaldría estar “hasta el cuello” de trabajo.Y si hablamos en términos de calidad nos referiremos a las necesidades de formación y habilidades para ejecutar las tareas, su dificultad y complejidad con sus respectivas consecuencias.
El nivel ocupacional:
Este punto nos llevaría a las tareas que desempeña el propio trabajador, su papel en la empresa, lo que tiene o no tiene que hacer, dónde empieza y acaba su ámbito de responsabilidad.
La situación que genera estrés en cuanto al nivel ocupacional sería básicamente la falta de definición de tareas. Muchas veces no sabemos qué hacer o qué se espera de nosotros, porque la información que nos llega es insuficiente y esta falta de control nos genera malestar. Otras veces realizamos trabajos donde no hacemos uso de nuestros conocimientos y habilidades creando sensación de estar desaprovechando nuestras capacidades.
Las relaciones sociales:
Sabemos que las relaciones personales son muy importantes, y más teniendo en cuenta la cantidad de horas que pasamos en el trabajo. La falta de comunicación y apoyo social, la falta de relaciones personales en el trabajo y la dificultad de combinar la vida personal, con la familiar y la laboral son los factores que propician estrés.
Las habilidades sociales, junto con las habilidades de comunicación, solución de conflictos y negociación son herramientas atenuantes de este tipo de estresores y por ello se aconseja que tengan lugar en los planes de formación de las empresas.
La estructura de la organización:
Una estructura empresarial excesivamente jerárquica o autoritaria, a veces hasta agresiva, con sistema de toma de decisiones poco participativos y pobre comunicación interna influye en el clima laboral, organizacional y psicológico de la empresa generando estrés laboral en sus trabajadores.
Como vemos son numerosas las fuentes de estrés y es de gran importancia el papel que puede ejercer la propia empresa y de sus medidas de gestión que serán útiles para atenuar o eliminar el desgaste profesional. La empresa tiene la obligación de conocer cuál es el nivel de satisfacción de sus empleados, sus condiciones de trabajo y actuar sobre esta base, ya que si el trabajador se siente bien, la empresa funcionará mucho mejor.
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